La higuera
te despiertas aquí, en la pradera,
a través de los campos de flores,
en los huertos y allá, en la ribera.
Extendida, tus brazos deformes
van ganando terreno a la tierra,
con tus hojas de verde rugoso
y tu estampa sencilla y serena.
Eres árbol al que solo escucho,
cuando siento gemir de la sierra,
ese viento del Norte, furioso,
con sus fauces terribles de niebla.
Y es entonces cuando tú, te encoges;
es entonces que siento más pena,
cuando el aire me dice al oído,
que eres noble, eres fiel y eres buena.
A la vista pareces mendiga;
a los ojos pareces doncella,
porque nunca te vistes de novia
al comienzo de la Primavera.
Dicen todos al verte, ¡qué extraño!
¿como puede una planta tan recia
dar un fruto tan dulce y sabroso,
y una sombra tan plácida y plena?
Pero tú, tan callada y humilde,
no eres seca, ni altiva, ni fea;
eres canto de amor primoroso,
como grande tu entrega y belleza.
Es por eso que así, te recuerdo,
y he querido dejarte un poema,
a la vez que degusto tus frutos,
mi apreciada y dulcísima higuera.
a través de los campos de flores,
en los huertos y allá, en la ribera.
Extendida, tus brazos deformes
van ganando terreno a la tierra,
con tus hojas de verde rugoso
y tu estampa sencilla y serena.
Eres árbol al que solo escucho,
cuando siento gemir de la sierra,
ese viento del Norte, furioso,
con sus fauces terribles de niebla.
Y es entonces cuando tú, te encoges;
es entonces que siento más pena,
cuando el aire me dice al oído,
que eres noble, eres fiel y eres buena.
A la vista pareces mendiga;
a los ojos pareces doncella,
porque nunca te vistes de novia
al comienzo de la Primavera.
Dicen todos al verte, ¡qué extraño!
¿como puede una planta tan recia
dar un fruto tan dulce y sabroso,
y una sombra tan plácida y plena?
Pero tú, tan callada y humilde,
no eres seca, ni altiva, ni fea;
eres canto de amor primoroso,
como grande tu entrega y belleza.
Es por eso que así, te recuerdo,
y he querido dejarte un poema,
a la vez que degusto tus frutos,
mi apreciada y dulcísima higuera.
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Autor: Juan A Galisteo Luque
Del poemario: Versos de luz y sombras
Publicado en Canal Literatura
Fotografía del autor
Autor: Juan A Galisteo Luque
Del poemario: Versos de luz y sombras
Publicado en Canal Literatura
Fotografía del autor
Bonito el canto a la higuera en estos versos que nos dejas Juan.
ResponderEliminarUn abrazo y lindo jueves.
Se diría que la higuera tiene alma...la dignifica tanto tu poema que se la ve como algo casi espiritual. Son un regalo del cielo los árboles...sufridos y callados. Me encantó leer este poema. Mi cordial saludo, como siempre.
ResponderEliminar¡ CUANTO TIEMPO SIN LEERTE , AMIGO GALEOTE ! TE ECHABA DE MENOS , DE VERDAD...SIEMPRE SE PIENSA QUE SE PUEDE ESTAR ENFERMO...
ResponderEliminarESTUPENDO QUE YA ESTÉS CON NOSOTROS...
NO TE PUEDES IMAGINAR LO QUE ME HA GUSTADO TU POEMA ¡ LA HIGUERA !
SIEMPRE ME CALLÓ MUY SIMPÁTICA Y
A LA VEZ ¡ HERMOSA Y CON UNOS FRUTOS
MUY SABROSOS, LAS COSAS SENCILLAS
HAN SIDO DE POR VIDA ¡ MARAVILLOSAS
BUENAS NOCHES GALEOTE....
UN ABRAZO, CONCHITA,
Es un poema muy lindo que alaba los dones de la naturaleza con mucha elegancia.Saludos
ResponderEliminarHola Juan, siempre me ha gustado mucho el poema que Juana de Ibarbourou tiene escrito a la higuera. Pero puedo decirte con toda sinceridad, que este poema que tú has escrito, tiene una ternura increíble, hacia la higuera, que ni en primavera estrena un vestido nuevo...
ResponderEliminarLe he leído y releído, porque emana tantos sentimientos líricos que es una gozada el adentrarse en los versos desbordados de emociones.
También quiero desearte en este día de tu santo, mucha felicidad, que se cumplan tus sueños, y por los senderos de la vida por donde camines, brille siempre para ti el sol.
Un abrazo con cariño.
Hola ángeles, ante todo disculpa no haberte contestado en su momento, pero estoy bastante liado con otros temas.
ResponderEliminarEspero que el incidente aquél que tuviste con tus poemas se haya solucionado. Ya sabes a lo que me refiero.
Muchas gracias por el comentario porque es verdad que la belleza a veces está en las cosas más sencillas. Es igual que muchos de los grandes personajes que la historia ha dado, al final siempre son los crecen alto desde los lugares más insólitos e inesperados y poco a poco van limando con sus dotes y su ejemplo esas cumbres de la arrogancia.
Te envío un abrazo poeta.
Prometo visitarte con más tiempo
Juan.