Dos poemas de amor
DOS POEMAS DE AMOR I Cautivo de ti, vivo en silencio, contemplando serio y mudo en el vacío, como pasa ese segundo con el tiempo, y estoy solo, mi carácter seco y frío. Solitario, en un rincón que me recibe, como una simple realidad oscura y cuerda, acompañado al pensamiento que no pide, y sin embargo, prevalece en mi sentir, tal, que me inquieta. Y luego, ¿qué estoy sintiendo? ¿qué estoy viviendo? o ¿qué intento perseguir en mi abismo incorregible? Tú, eres vida que yo amo, pienso que al soñar soy inflexible, pero no sé del amor; quizá en vano juzgue mal y es preferible, que el tiempo dictamine con los años, lo que solo, en este instante, afirmo yo. II No me digas que ya se ha marchitado el amor florecido en nuestra alma, o el placer de vivir por el hastío de silenciosas y pérfidas mañanas. No me digas, que ese mar de la tristeza, de donde emergen tus húmedas palabras, agonizó para siempre ese cariño, que tantas, tantas veces me entregabas.