La pastora
de adorada frente,
de presencia humilde,
bella, inteligente;
¡Díme quien te ama!
¡Díme quién te quiere!
¡Díme quién admira
tu gesto valiente!
Allá en la montaña,
donde un viento fuerte
sopla entre los riscos,
vive la pastora
junto a una cabaña
cubierta de nieve.
No lleva sortijas,
no lleva pendientes,
tampoco zarcillos,
pues de eso... ¡no entiende!
"Pensar que está sola
cercana a una fuente,
arriba en el monte,
de un huerto y cien cabras
rodeada de enseres"
Allí, la pastora
se abraza a la suerte,
al calor, al frío,
y al pecho doliente
de un trozo de hogaza,
queso, lumbre y leche.
Mientras yo prendido
de sus ojos verdes,
de su tierna risa,
sonido que a veces
resuena en mis sueños;
ya de tanto oírla
¡todo me conmueve!
Huérfano de sombras,
el sol diligente,
su trazado avanza
de Oriente a Poniente;
y allí, cada noche,
la luna creciente,
un beso de madre
deja en sus mejillas,
mientras acaricia
sus trenzas morenas
la luz primorosa
suave y dulcemente.
Pastorcilla bella,
de adorada frente,
¿Por qué no me abrazas?
¿Por qué no me quieres?
Tus ojos sinceros,
de un amor sin mieles,
lo mismo me matan
como me estremecen.
Pues soy quien te admira.
Pues soy quién te entiende.
Y soy, quién te adora
fervorosamente;
pastorcilla amada
de labios ardientes..
--------
Autor: Juan A Galisteo Luque
Del poemario: Versos de luz y sombras
Publicado en Canal Literatura
Fotografías del autor. Ajo(Cantabria)
de presencia humilde,
bella, inteligente;
¡Díme quien te ama!
¡Díme quién te quiere!
¡Díme quién admira
tu gesto valiente!
Allá en la montaña,
donde un viento fuerte
sopla entre los riscos,
vive la pastora
junto a una cabaña
cubierta de nieve.
No lleva sortijas,
no lleva pendientes,
tampoco zarcillos,
pues de eso... ¡no entiende!
"Pensar que está sola
cercana a una fuente,
arriba en el monte,
de un huerto y cien cabras
rodeada de enseres"
Allí, la pastora
se abraza a la suerte,
al calor, al frío,
y al pecho doliente
de un trozo de hogaza,
queso, lumbre y leche.
Mientras yo prendido
de sus ojos verdes,
de su tierna risa,
sonido que a veces
resuena en mis sueños;
ya de tanto oírla
¡todo me conmueve!
Huérfano de sombras,
el sol diligente,
su trazado avanza
de Oriente a Poniente;
y allí, cada noche,
la luna creciente,
un beso de madre
deja en sus mejillas,
mientras acaricia
sus trenzas morenas
la luz primorosa
suave y dulcemente.
Pastorcilla bella,
de adorada frente,
¿Por qué no me abrazas?
¿Por qué no me quieres?
Tus ojos sinceros,
de un amor sin mieles,
lo mismo me matan
como me estremecen.
Pues soy quien te admira.
Pues soy quién te entiende.
Y soy, quién te adora
fervorosamente;
pastorcilla amada
de labios ardientes..
--------
Autor: Juan A Galisteo Luque
Del poemario: Versos de luz y sombras
Publicado en Canal Literatura
Fotografías del autor. Ajo(Cantabria)
Precioso romance el que nos dejas Juan, el de esa Pastorcilla y su entorno tan familiar para mi.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz martes.
Qué bello romance. Feliz día
ResponderEliminarQué entrañable, Juan. No sé qué me gusta más: las fotos de esas lindas cabritillas o tus versos. ;) Le acabo de decir a Juan (tu tocayo), emocionada, que cada vez que te leo me acuerdo de mi Tío Juan (también tocayo). Ya te dije hace tiempo que si viviera, escribiría poemas con un estilo muy parecido al tuyo.
ResponderEliminarEste es muy, muy entrañable. He recordado una de las primeras canciones que aprendí cuando comencé el cole, seguro que a ti también te suena; se titulaba "Estaba una pastora":
Estaba una pastora
larán, larán, larito,
estaba una pastora
cuidando un rebañito.
Con leche de sus cabras
larán, larán, larito,
con leche de sus cabras
hacíase un quesito.
El gato la miraba
larán, larán, larito,
el gato la miraba
con ojos golositos...
Me gusta mucho más tu final. El de esta canción es un poco cruel y me hacía llorar cuando era peque: resulta que la pastora acaba matando al gato que le roba el queso :(
Además de Caballero Poeta, estás hecho un pedazo de fotógrafo :D
Un beso bien grande.
Hola amiga:
ResponderEliminarBueno, no hay duda que esa canción la cantábamos todos en la escuela y pasaba de generación en generación.
Considero la letra muy rítmica y aunque observo que pueda afectar a la sensibilidad, el final no es más que una pequeña intromisión, donde se inculcaba el temor y el castigo. Total el gato también tendría derecho a comer o ¡¡¡no!!!
Mi romancillo está inspirado en la visión de un hecho real de una niña mayor que yo y que conocí hace muchos años aquí en Bilbao. Vivía en una granja Y trabajaba con sus padres. Fue un día que me invitaron Desempeñaba perfectamente el papel de pastora, aunque nada que ver del todo con la realidad y con lo ficticio del poema. Aunque sí me sorprendió su belleza, sencillez y sensibilidad.
La foto nada especial. Es una que he buscado de Ajo para la ocasión.
Recordarás el restaurante donde comimos los cuatro fuera en unas mesas. Pues bien fuera había un prado y todavía existen esas cabritillas.
En cuanto a lo que expresas de tu tío, yo te lo agradezco y es para mi un honor que me hagas partícipe de esa opinión tuya de compartir con él, estilo y forma. Sus poemas lo expresan todo y la verdad es que estuvo entregado en cuerpo y alma a los demás. Solo Dios sabe donde hubiera llegado.
Bueno este poema también lo he enviado a Canal literatura.
Me alegro te haya gustado chavalota.
Un abrazo muy fuerte. Juan
Muchas gracias Aurora por visitarme y por el comentario.
ResponderEliminarTe envío saludos y un abrazo. Juan
Pues es verdad Rafael, en estas tierras del Norte no faltan los amores entre pastores y pastoras.
ResponderEliminarEl clima y el entorno favorece.
Te envío un abrazo.
Lo raro que es volver a encontrar un poeta que trate los temas bucólicos. Qué curioso : ) me ha gustado, salud
ResponderEliminarRegreso a la Arcadia !
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