Canto a Russadir
TRÍPTICO MEMORIAL
I
En ese Mar de Alborán, escondida noche y día,
como una diosa fenicia acariciando la orilla,
¡qué lejos estás de España! ¡qué lejos estás Melilla
de Algeciras y de Cádiz, de Málaga y Almería!
*
Preciosa ciudad de España, esbozo de Andalucía,
¡qué lejana estás de Huelva, de Córdoba y de Sevilla!
pues siendo hermana de Ceuta, eres ciudad que no villa,
y eres divino tesoro, cual rosa de Alejandría.
*
¡Quién pudiera navegar junto a un canto de sirenas,
y en la brisa de la noche, con la bóveda estrellada,
poder alcanzar tu puerto, junto a esas playas serenas!
*
¡Quién pudiera Rusadir, llegada la madrugada,
caminar por ese faro, sin lazos y sin cadenas,
con el rumor de las olas, bajo la luna callada!
II
Vives tan sola Melilla y estás tan enamorada,
entre esas olas hermosas que forman el mar bravío,
que mi corazón te aguarda, como venciendo ese hastío,
que me rinde y adormece entre suspiros de almohada.
*
Acaricias mi nostalgia con quietud apasionada,
desde ese el Sol del Ocaso, que en esas tardes de estío,
despereza los recuerdos y se enfrenta al desafío,
con su rojo resplandor y, su sonrisa apagada.
*
Permaneces en mis sueños con nobleza y con premura,
y al contemplar tu belleza, yo me ofrezco al albedrío,
rindiéndome en manifiesto con caricias de ternura.
*
Y llego hasta tí Melilla, como corriente de un río,
para poder abrazarte con el alma limpia y pura,
embriagado de añoranza y, un sentir que es solo mío.
III
¡Qué lejos estás Melilla y qué cerca estás del cielo!
tus murallas y baluartes se observan en la distancia,
viajando hasta mi memoria esas cuevas de elegancia,
junto a los puentes y fosos construídos desde el suelo.
*
Murallas de la Alcazaba que fortificáis mi anhelo,
igual que un rico perfume embriaga con su fragancia,
¡liberad esos cañones, que dignos de relevancia,
se rinden a la inclemencia, sin protección y sin velo!
*
Ciudad vieja de Melilla, de mítica Neptuniana,
que al Cerro de San Lorenzo llegaron tus vivas huellas,
¡deja que el Dios Crono ejerza su influencia soberana!
*
Evita de aquellos dioses del Olimpo sus querellas,
y olvida ya para siempre tanta Púnica y Troyana,
para soñar junto al mar, a la luz de las estrellas.
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Autor: Juan A. Galisteo Luque
Del poemario: Versos y paisajes
Publicada en Canal literatura
Fotografía del autor
Bonitos sonetos encadenados para brindar por esa bella ciudad de Melilla.
ResponderEliminarUn abrazo.
Juan, tu sentir se hace verso digno y claro, que nos acerca a Melilla para darle el lugar que merece en la historia y en el corazón...Muy bueno, amigo.
ResponderEliminarMi abrazo y feliz domingo.