De bronce y sueños
Campanario de la iglesia de Morille (Salamanca)
DE BRONCE Y SUEÑOS
Campanas, ¡latid al viento!DE BRONCE Y SUEÑOS
!Latid al viento, campanas!
que no quiero despertarme
tan triste por la mañana.
Un viento frío se extiende
Un viento frío se extiende
como hielo a mis espaldas
y quiero sentiros cerca,
antes de que alumbre el alba.
Vosotras, mis compañeras,
Vosotras, mis compañeras,
que sois mi dicha y semblanza,
¡no quiero que estéis dormidas!
¡no quiero que estéis calladas!
¡Latid ansiosas al aire!
¡Latid ansiosas al aire!
Al viento, ¡latid campanas!
con esa inmensa alegría
que acaricia la nostalgia.
Sois, como pájaros vivos
Sois, como pájaros vivos
que duermen bajo las ramas
y que al albor se despiertan
con ansia y dicha temprana.
Yo quiero que hagáis vibrar
Yo quiero que hagáis vibrar
los vidrios de mi ventana,
cubiertos de luz y sombra,
envueltos en sombra y agua.
Campanas de bronce y sueños,
Campanas de bronce y sueños,
esta noche, cien miradas
de fantasmas se acercaron,
dejando huellas extrañas
sobre mis negros cabellos
y, yo quiero que se vayan
lejos, sin sembrar más dudas
de las que tengo en mi alma.
Lanzad vuestra voz al viento!
Lanzad vuestra voz al viento!
¡Mi corazón os aguarda!
Y entre latido y latido,
allá, donde el mar no alcanza,
resuenen vuestros sonidos
que son como mil palabras.
¡Qué importa si no os escuchan!
¡Qué importa si no os escuchan!
Sentimiento y esperanza,
donde estén, allí os esperan...,
¡Latid por siempre, campanas!
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Autor: Juan A Galisteo Luque
Del poemario: Versos de luz y sombras
Derechos registrados Prop, intelectual
Fotografía de Morille (Salamanca)
Publicado en Blog canal literatura
Derechos registrados Prop, intelectual
Fotografía de Morille (Salamanca)
Publicado en Blog canal literatura
Romance muy bien logrado, con una gran carga emocional en tus versos.
ResponderEliminarUn saludo,
Rafael
Las campanas que suenan dentro de tu corazón, te traerán siempre melodiosos sueños.
ResponderEliminarBellas letras, Juan.
Mi abrazo alado a la distancia.
Juan,tus versos suenan nítidos,acompasados y rotundos como el sonido de esas campanas,que tanto anhelas y amas...A mi también me encantan las campanas,cuando estaba en Salamanca las oía continuamente y era una gozada,porque siempre me llamaban,me alentaban y me impulsaban...
ResponderEliminarQue no dejemos de oír nunca a las campanas,ellas nos transmiten mensajes de paz,de esperanza y de amor,amigo.
Mi felicitación por tu inspiración y tu buen hacer.
Mi abrazo inmenso por tu cercanía.
FELIZ JUEVES,AMIGO.
M.Jesús
Las campanas a veces símbolo de alegría, otras tocan a muerte, siempre hablan...bonito poema amigo. Un abrazo
ResponderEliminarHola, he llegado a tu blog con el sonido de las campanas que a mi tanto me gustan.
ResponderEliminarYo viví cerca de la catedral allá en mi tierra natal, al venir a vivir a Madrid deje de oír las campanas, y parte de mi alegría se fue con su sonido. Ahora al leerte he recordado aquella época de mis primeros años, y he vuelto a soñar junto con tus letras, y mi añoranza. Preciosa entrada llena de magia. Un abrazo.
Hola Juan...hay mucha belleza en tu poesía, la rima es perfecta, el sentimiento que le has puesto, emociona. Es un placer leerte mi excelso poeta. Recibe un fuerte abrazo.
ResponderEliminarLas campanas tiene un lenguaje en sus tonalidades, como dice Pepi B, que ya son cada vez menos los que saben discernirlo y cada vez en menos sitios suenan, como dice Lola.
ResponderEliminarSaludos.
Hola Lola:
ResponderEliminarEsa es la verdad; el sonido de las campanas tiene ese mágico poder espiritual que nos atrae y como bien dices, ese duende que quedó en tu recuerdo, allá en tu tierra y que ya no lo escuchas.
Creo entender que era una catedral y claro, eso, es ya algo serio, cuando hablamos de las horas del reloj y del órgano. No te digo nada ya si son las campanas.
Aunque hablando de todo un poco, por eso, de que hay gente que ha considerado estos sonidos como agravios y ruidos molestos, por estar fuera de los parámetros establecidos a ciertas horas, yo les preguntaría, si cuando van de alterne por tantos establecimientos y lugares bulliciosos (que tienen todo el derecho del mundo) donde no puedes escuchar al que tienes al lado por el ruido insoportable que existe, tienen también la misma queja.
Bueno hay para todo y yo lo respeto, es para gustos, quizá sea yo el raro.
Aunque si te diré, que conozco un pueblo costero, donde todavía las campanas hacen todas sus labores de anuncio y de misiva y aparte de ésto, su párroco anuncia el Ángelus a todo los habitantes sean o no religiosos una vez al año.
Creo, no estoy muy seguro, que es la madrugada del sábado Santo, cuando a las 7 de la mañana se escucha desde la iglesia, por todos los altavoces, el Ave María de Schubert.
Es algo, que cuando lo escuchas con todo su instrumental de orquesta, se te ponen los pelos de punta.
(Nadie que sepamos, todavía ha hecho una queja).
Me alegro mucho de tu comentario, Lola y siento haberme extendido, pero quería explicarte, dada tu gentileza y amabilidad, que todavía se conservan en algunos lugares, -aunque cada vez menos- las mismas tradiciones de siempre.
Te envío un abrazo amiga. Juan.
Así es Pepi, las campanas siempre fueron fantasmas que anunciaron alegrías y desgracias, pero su sonido de bronce, no solo sirve para anunciar la misa de once y tantas otras actividades religiosas; sin duda, también sirven para alegrarnos el oído con sus sonidos, máxime si las tenemos cerca.
ResponderEliminarGracias por visitarme. Te envío un abrazo. Juan.
Así es María, en Salamanca como en muchos pueblos de España, el tañir de las campanas se escucha como si fuera una tradición; luego las cigüeñas, sus nidos, es algo precioso.
ResponderEliminarEllas, las campanas, trasmiten verdaderamente todo eso que has descrito, aunque como ya expliqué a Lola, hay algunos/as que solo les crea dolor de cabeza.
Yo en Salamanca he estado varias veces y cada vez que voy me gusta más.
Los paseos por esas plazas y callejuelas son algo maravilloso y no te digo nada por el río Tormes.
Bueno, también Toledo debe de ser de embrujo, y digo debe, porque todavía para mi, su visita, es una asignatura pendiente.
Gracias amiga, por estar siempre aquí y por tu comentario.
Te envío un abrazo fuerte. Juan.
Es cierto Eduardo, cada vez ya somos más y me incluyo, los que no sabemos discernir el significado del sonido de las campanas.
ResponderEliminarDesde generaciones, ellas, con sus diferentes tonalidades mantenían una correspondencia fiel del significado de cada aviso. Los campaneros eran unos verdaderos artistas con las tonalidades.
Todavía quedan algunos pueblos y pedanías rurales en España, ya son los/as menos, que siguen estas tradiciones en un día y hora señalada.
Existían también las anteiglesias; lugares claves donde se ejercían con frecuencia reuniones y juntas. Al menos en el País Vasco esto se aplicaba hasta no hace mucho.
Aunque más antigüo, lo mismo ocurría con los bocineros; mensajeros con bocinas de cuerno (no sé si de carnero o de buey) que tocaban desde las cumbres más altas de los montes colindantes a todos los poblados sitos en las faldas de los mismos y para aquellas situaciones de emergencia cuando podía existir un peligro o una alarma. De ahí los montes bocineros.
Bueno son cosas curiosas, hoy esto ya no se plantea, por la incursión del telégrafo, el teléfono, el móvil, internet, aunque creo que seguimos todavía bastante incomunicados.
Gracias Eduardo por la visita y el comentario.
Creo que me he extendido un poco. Te envío un saludo. Juan.
Hola Cinarizina:
ResponderEliminarLas campanas necesitan un homenaje como bien ha dicho maría Jesús, ya que a pesar de otros acontecimientos como son el duelo y la tristeza, ellas siguen siendo las abanderadas de la alegría, la esperanza y el amor.
A mi personalmente me gusta mucho escucharlas, sobre todo al atardecer, cuando estás un poco alejado de ellas en el campo y sus latidos te producen cierta nostalgia en el alma.
Gracias por tu visita amiga y por tu amable comentario.
Te envío un abrazo. Juan.
Hola, Juan:
ResponderEliminarMientra leo tu hermoso romance suenan las campanas de una la iglesia cercana y, me lleno de alegría por tan bella coincidencia.
Un abrazo.
Hola....siento no haber comentado debidamente cada entrada.En los últimos tiempos apenas he comentado unos cuantos blog. He leído los últimos poemas y he de decir que me han gustado mucho. El soneto es precioso...es mi estrofa favorita jaja. Pero el resto de poemas, son su sello y estilo ya personalizado, tienen una gran calidad. Espero que esté bien así como su familia. Mi cordial saludo.
ResponderEliminarLAS CAMPANAS ME TRAEN TANTA AÑORANZA, RECUERDOS DE MI INFANCIA, DEL COLEGIO, DE LAS MISAS A LAS QUE TENÍA QUE ASISTIR PORQUE SI NO LAS MONJITAS ME PONÍAN FALTA... AHORA SUENAN CUANDO HAY UN SEPELIO, SIEMPRE TIENEN ALGO DE ENIGMÁTICO, DEJAN UN MENSAJE EN EL ALMA, ALGO ASÍ COMO MÍSTICO... SON COMO EL CIELO MISMO.
ResponderEliminarGRACIAS POR TU PRECIOSO MENSAJE, SABIAS PALABRAS.
LOS HIJOS UNICOS NO TENEMOS NADA ESPECIAL, SÓLO QUE NOS CRIAMOS UN POCO SOLITARIOS, DE GRANDES TENEMOS QUE AFRONTAR LAS DIFICULTADES CON ENTEREZA Y ESA FUERZA NOS HACE VALIENTES.
UN BESO GRANDE.
Hola Francisca:
ResponderEliminarMe alegra mucho que me hayas visitado y no debes preocuparte si no lo hiciste antes, porque a mi también me pasa lo mismo ya que desde hace algún tiempo, tampoco he atendido los blogs con la frecuencia de antes, lo que no quiere decir que lo haya dejado.
Agradezco con cariño tu interés y tus palabras y quiero que sepas, que te considero además de gran poeta una persona con grandes valores.
Gracias por todo amiga.
Te envío un abrazo. Juan.
Bueno Luján, gracias por tu comentario y por tus palabras.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en todo lo que has dicho de los hijos únicos. Ellos, no lo tienen nada fácil a pesar de lo que pensemos (me refiero a lo material) ya que en el estado emocional, como bien has dicho, tienen que luchar más fuerte por tener que afrontar solos las situaciones duras de la vida.
Un placer conocerte amiga.
Te envío un beso. Juan.
Hola Rafael:
ResponderEliminarMe alegra saber que todavía existen campanas en el mundo, por eso que me has contado, que las estabas escuchando cerca de tu casa.
La verdad es que ellas y las palomas todavía forman parte de nuestra vida cotidiana.
¡Espero que no las quiten! Aunque nunca se sabe.
Te envío un abrazo amigo.
Hola, chavalote:
ResponderEliminarNo sé que ha pasado con tu blog, pero no se ha actualizado en mi escritorio y me dado por venir, de puntillas, a tomarme una tisana con tus versos, ¡y menos mal!, así he visto tu nuevo poema...
Qué maravilla, Juan... ¿Cómo lo haces?, me refiero a la magia de engarzar así las palabras para que, al recitarlo, me parezca que, de verdad, están tañendo campanas de bronce en el horizonte de nuestros sueños... Eres único y no me cansaré de decírtelo, jamás...
El sonido de las campanas es muy especial, Juan; es verdad, son como mil palabras que vuelan para alcanzar la alegría de nuestro ánimo y envolvernos en la eterna esperanza de un nuevo comienzo... Siempre estamos a tiempo, nada está perdido...
Te dejo un beso enOOOrme ;) chavalote y el deseo de un domingo tranquilo, con sonidos de campanas habitando el aire...
Hola chavalota:
ResponderEliminarMe has pillado en el blog todavía a estas horas, sin sueño, contestando a otros compañeros, cuando he visto ahora mismo tu mensaje.
Al final me va a pasar igual que a las campanas que ni duermen ni descansan en las sombras de la noche.
Muchas gracias amiga, me alegra que te guste el poema; ¡qué cómo lo hago? pues la verdad ¡no sabría cómo decirtelo! Pienso quizá, que todo es ponerte en el lugar de ellas e intentar darlas vida, para que primero te escuchen y luego trasmitan con sus voces esas mismas palabras al viento.
Bueno, es la misma forma que desde hace tiempo, escritores y poetas lo han hecho; como ellos, intento trasmitir emociones, vida, paz, ilusiónes y todo lo que en este mundo real tanto necesitamos escuchar, aunque solo sea bajo el prisma mágico de la fantasía.
Acabo de terminar unos trabajos y este poema lo quería para mi blog.
Chavalota, yo también te deseo lo mismo, que pases un buen fin de semana; cuando tenga un rato te cuento alguna cosilla más.
Mientras tanto, recibe un beso muy grande amiga. Juan.
Un romance precioso el que nos traes y que nos llena de nostalgia. el tañido de campanas siempre ha ido asociado a acontecimientos importantes, algunos agradables y otros no tanto. Ha sido un placer leerte.
ResponderEliminarSoledad
Que delicia de romance me ha transportado a mi tierra donde la campana tenía distinto significado según tocase de rápida o lenta.
ResponderEliminarLlamada a misas,bautizos, por un duelo,a fuego...
Un abrazo.
Adelaida
Cierto Adelaida, además en Andalucía hay pueblos con bellos campanarios.
ResponderEliminarA mi siempre me impresionaron desde niño y es un instrumento tradicional que no debiera nunca perderse.
Gracias por tu comentario poeta.
Te envío un abrazo. Juan
Hola Soledad:
ResponderEliminarPor tu tierra castellana, en Carrión de los condes y en Herrera del Pisuerga, las oía a cada instante, sobre todo al caer la tarde.
Eran sus sonidos como suspiros al viento.
Gracias amiga te envío un abrazo. Juan
¡Lanzad vuestra voz al viento!
ResponderEliminar¡Mi corazón os aguarda!.
Impresionante poema que sin duda será un referente para la posteridad de los tiempos cuando ya el sonido de las campanas se limite en un rincón de algún singular museo.
Un saludo