Éxodo
Ya comienza otro descanso como siempre,
al vorágine latir de un nuevo día;
se abandonan las calles, las ciudades,
como rayos incesantes de alegría.
*
*
Todo es prisa, exigencias para todo,
contra todo, que el que es libre tiene vía,
para hacer y deshacer lo que precise,
como siervos y señores ¡quién diría!
*
*
De este mundo que no cambia, que es el mismo,
la tiniebla del poder nos desafía,
y su sombra en cada esquina, con astucia,
nos obliga a caminar en su porfía.
*
*
La pobreza, que es pobreza desde siempre,
se la escucha en diferente sintonía;
su sonido, al compás del instrumento,
es el mismo, con distinta melodía.
*
*
Mientras tanto, todo sigue igual, no cambia,
crece envuelta en sinrazón, la tiranía,
disfrazado de honradez, vive el malvado,
de sincera honestidad, la hipocresía.
*
*
Otra vez, por unos días apartados,
del vivir cotidiano ¡qué ironía!,
alejados del trabajo y las presiones,
transformando la inquietud en fantasía.
*
*
Y ¡no importa! porque al menos olvidamos,
tanto exceso de impiedad, tanta osadía;
la cuestión, está en borrar por un instante,
del recuerdo, la fatal monomanía,
que permita abandonar de nuestras mentes,
esa innoble y esa cruel melancolía.
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Autor: Juan A Galisteo Luque
Del poemario: Versos de luz y sombras
Derechos registrados Prop, intelectual
Publicado en Blog canal literatura
Fotografía del autor
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Perfecta composición rítmica en un poema que refleja un acontecimiento de la vida.
ResponderEliminarFelicidades,
Rafael
Hola Juan...excelente poema social...ciertamente la inequidad social causa mucha tristeza, sobre todo en los menos favorecidos de la tierra, porque el rico ni siquiera imagina la crueldad de la miseria.
ResponderEliminarHa sido un placer leerte, recibe todo mi cariño en un fuerte abrazo.
Hola, chavalote:
ResponderEliminarEstaba escribiendo una nueva historia, inspirada en estas tecnologías internauteras y sus cínicos avatares :) y para relajarme, me he venido un ratito a deleitarme con tus versos...
Este poema no lo había leído (creo, últimamente me falla la memoria, me hago vieja, Juan ;))
Me ha impresionado con que sinceridad, suavidad y elegancia nos hablas de un tema social tan duro como es dejar nuestro lugar de nacimiento y tener que marchar a ganar el pan lejos de él...
Yo no sé lo que es eso, Juan, pero sé que muchos jóvenes están ahora, en nuestro país, en esa tesitura, abandonando familia, amigos y un hogar ya establecido para labrarse un futuro que salte por encima de esas siete funestas letras: POBREZA...
Y en torno a toda la situación que ello genera, pivota, como una nube tormentosa, la melancolía (en las almas más nobles), el cinismo y la hipocresía, sin embargo, seguirá campando a sus anchas para los que no se tienen que preocupar y lo tienen todo asegurado y además, les importa un bledo...
El éxodo, cuando no se escoge, es una terrible injusticia de la que es responsable un país entero...
Bueno, chavalote, no sé si me iré a dormir o seguiré escribiendo... Te dejo un beso de buenas noches.
Qué buen decir en tus versos...
ResponderEliminar¡Qué repetido en cada vida el final de tu poema! Suave y firme denuncia muy bien hilvada con ese borrar de instantes que nos "aleja" de lo que no podemos huir.
Un gusto descubrirte. Saludos