Romance del río Genil
ROMANCE DEL RÍO GENIL
Lleva el Genil un gemido
alojado en su garganta,
viene arrastrando un suspiro,
que esconde bajo sus barbas.
Sus fuertes aguas ingentes
de esas cumbres elevadas,
sacian las tierras agrestes
y se entregan cuerpo y alma,
para que Muley Hacén,
rey nazarí de la Alhambra,
pueda descansar tranquilo
allá arriba en la montaña.
Del Real y del Guarnón,
ríos de fuentes muy altas,
el río Genil recoge
sediento la nieve blanca
del Veleta y Mulhacén;
picos de Sierra Nevada.
Cruza Pinos y se aleja
adentrándose en Granada,
donde besa al río Darro
entre promesas y lágrimas.
Chauchina y Fuente vaqueros,
deja atrás, y desde Lachar,
Villanueva de Mesía,
Huétor, Loja y, luego Iznajar,
llega a Cuevas de San Marcos,
donde con ganas y gracia,
asoma en Benamejí,
y en Puente Genil avanza...
Haciendo honor a su nombre,
promesa de su semblanza,
abandona Isla redonda,
y el vivo caudal alcanza
Écija, por un costado,
para morir de arrogancia
allá, en el Guadalquivir,
al que enriquece y abraza
ya por tierras cordobesas
del municipio de Palma.
Cruza silencioso el río
por esas torres calladas,
torres barrocas que sueñan,
que no duermen y se alzan
despertando su belleza
en esas calles y plazas.
Lleva el Genil un gemido
alojado en su garganta,
viene arrastrando un suspiro,
escondido entre sus barbas,
porque en Écija, la grande,
un temor vivo le espanta,
y él sabe que no regresa...
Solo y llorando se marcha.
alojado en su garganta,
viene arrastrando un suspiro,
que esconde bajo sus barbas.
Sus fuertes aguas ingentes
de esas cumbres elevadas,
sacian las tierras agrestes
y se entregan cuerpo y alma,
para que Muley Hacén,
rey nazarí de la Alhambra,
pueda descansar tranquilo
allá arriba en la montaña.
Del Real y del Guarnón,
ríos de fuentes muy altas,
el río Genil recoge
sediento la nieve blanca
del Veleta y Mulhacén;
picos de Sierra Nevada.
Cruza Pinos y se aleja
adentrándose en Granada,
donde besa al río Darro
entre promesas y lágrimas.
Chauchina y Fuente vaqueros,
deja atrás, y desde Lachar,
Villanueva de Mesía,
Huétor, Loja y, luego Iznajar,
llega a Cuevas de San Marcos,
donde con ganas y gracia,
asoma en Benamejí,
y en Puente Genil avanza...
Haciendo honor a su nombre,
promesa de su semblanza,
abandona Isla redonda,
y el vivo caudal alcanza
Écija, por un costado,
para morir de arrogancia
allá, en el Guadalquivir,
al que enriquece y abraza
ya por tierras cordobesas
del municipio de Palma.
Cruza silencioso el río
por esas torres calladas,
torres barrocas que sueñan,
que no duermen y se alzan
despertando su belleza
en esas calles y plazas.
Lleva el Genil un gemido
alojado en su garganta,
viene arrastrando un suspiro,
escondido entre sus barbas,
porque en Écija, la grande,
un temor vivo le espanta,
y él sabe que no regresa...
Solo y llorando se marcha.
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Autor: Juan A Galisteo Luque
Del poemario: Versos y paisajes
Fotografías del autor: Ecija y Granada
Es como un sereno repaso a ese río y ese cauce que va, en su camino, recorriendo sitios y lugares que reflejas en tus versos. Otro excelente romance Juan, ¡felicidades!
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Rafael, me gusta componer romances a los paisajes y a los personajes históricos. Por cierto, he abierto otro blog titulado: Antología poética.
EliminarSi te interesa, lo puedes visualizar, pinchando en mi perfil.
Te envío un abrazo.
Hermoso homenaje le dedicas al río Genil a la vez que nos das un repaso de geografía.Saludos
ResponderEliminarMuchas gracias Charo, aunque los pueblos los he consultado no me los sabía, los he consultado en el mapa para poder componer este poema. Si te interesan los poemas históricos, he abierto un blog titulado: Antología poética, pinchas en mi perfil. Un abrazo
Eliminarme gusta como escribes intensamente diferente
ResponderEliminarun placer el haberte hallado saludos desde el silencio de mi mente
Gracias Mucha, algo tenemos que hacer ante la situación que estamos pasando. Yo concretamente me suelo olvidar un poco escribiendo poemas. Te envío un abrazo
EliminarQue belleza esa dedicación al
ResponderEliminarRio Genil, te felicito Juan.
es cierto escribir nos ayuda.
Besitos dulces
Siby
Muchas gracias Siby, te envío un abrazo
EliminarMaravilloso poema-homenaje. Un placer leerte amigo, saludos.
ResponderEliminarGracias Sandra, te envío un abrazo.
EliminarJuan, he disfrutado recorriendo el paisaje con el rio Genil. Hermosa personificación de ese río que arrastra un suspiro en su garganta, también él es consciente de que camina para no volver a los lugares de ama.
ResponderEliminarMi felicitación por el rítmo y la belleza plástica que de los paisajes, Juan.
Mi abrazo y feliz fin de semana.
Así es María, él no quiere abandonar lo que ama, a fin de cuentas solo es un río pero también es parte de la naturaleza.
EliminarGracias, y un abrazo amiga.