Manos calladas
MANOS CALLADAS
Hoy todavía en el mundo,
existen manos calladas,
que entregan el corazón
su vida y hasta su alma.
Con ese gesto tan noble
de amor, despiertan al alba,
ofreciendo al desvalido
y al que sufre, paz y calma.
Manos que al viento os alzáis
sedientas de una esperanza,
yo os admiro porque dais
toda una vida por nada.
Hay conciencias que os
acusan
de cinismo y arrogancia,
conciencias que solo
entienden
su propio puño y espada.
Manos grandes, manos
chicas,
manos negras, manos
blancas,
sois siempre las mismas
manos
tantas veces levantadas,
por tantas razones justas
que no fueron escuchadas.
Manos que al viento os
alzáis
sedientas de una esperanza,
vosotras tan
predispuestas,
siempre seréis ignoradas
por esa crítica innoble
de la incomprensión humana.
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Autor: Juan A Galisteo Luque
Del libro Café Boulevard
Imagen: Gentileza fotos Pixabay
Hay muchas manos así que se alzan cada día, como dicen tus versos, Juan. Excelente romance, felicidades.
ResponderEliminarUn abrazo.
Todo un homenaje a esas manos generosas, trabajadoras y anónimas, que sostienen nuestro mundo y rezan en silencio por todos...Bello poema, Juan.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo, amigo.
Que bello poema, de esperanza!!, si el mundo tuviera más de esas manos y menos egocentrismo, sería todo mucho mejor. Un abrazo.
ResponderEliminarAsí es Bienaventurada. Muchas gracias por tus palabras de esperanza.
EliminarUn abrazo.
Preciosos versos Juan, a las manos anónimas que desde el silencio se tienden para ayudar al que sufre. Me ha emocionado el homenaje que heces de esas manos calladas que pocos pueden ver y en algunas ocasiones son criticadas diciendo que ... ¡Algún beneficio obtendrán...! pero esto no importa a esas manos calladas, hay una inmensa gratitud que anega el alma del que da y del que recibe, desde el silencio y con el corazón.
ResponderEliminarUn abrazo con cariño.
Tantas manos generosas y nunca apreciadas, muy bello.
ResponderEliminarAbrazo
Así es María del rosario; muchas gracias por visitarme. Un abrazo Juan.
EliminarMe han puesto tus palabras, los bellos de punta, ya que he visto en ellas reflejada, a una de mis hijas, que a sus veinticuatro años está dedicada en cuerpo y alma a los demás. Cárcel, piso tutelado, emigrantes y allá donde haga falta, está ella con una sonrisa y con la satisfacción de poder ayudar, ya que está muy preparada,para ello.
ResponderEliminarAsí que con tu permiso, le voy a enviar este poema,le voy a decir el nombre del libro, y le voy a dar tu nombre, para que sepa siempre quien es su autor.
Un fuerte abrazo., amigo.
Bueno Manuel, agradezco mucho tu comentario y me alegra saber que tienes a una hija volcada en cuerpo y alma a los demás. Eso hoy en día tiene un valor inmenso. Desde aquí también yo os envío un fuerte abrazo a los dos.
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