Canto a Granada
EMBRUJO
La luna en el cielo
su tez asomaba...,
Hasta el Albaicín
patio de la Alhambra,
en la noche oscura
silenciosa y plácida,
llegaban aromas
de jazmín y albahaca.
Se oyeron los grillos,
también las cigarras,
y una fuente pura
dejó un fiel sonido
al romper el agua.
Lloraron fandangos
salidos del alma;
irrumpió el recuerdo,
sonó la guitarra,
sus notas al viento
llevaron en calma,
todo un sentimiento
de amor y esperanza.
El flamenco puro
roto en las entrañas,
muchachas bailaron
sobre los tablaos,
en la madrugada.
Cantaron cien coplas
a la luna clara,
también malagueñas
soleás y zambras.
Surgió el dulce embrujo,
se escucharon palmas,
y en los entrecejos,
los muslos morenos
marcaron su encierro
dentro de las faldas.
Los pechos ceñidos
de color melaza,
dejaron sentidos
sensuales de gracia;
sus ojos morunos
lanzaron plegarias,
calmando el enojo
con sudor y lágrimas.
Callaron las voces,
lloró la guitarra,
regresó el sonido
rugoso del agua,
y al llegar el día,
al salir el alba,
de sus altos muros
callados y oscuros,
¡despertó Granada!
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Juan A. Galisteo Luque
Del libro: Cáfé Bulevard
1º y 2ª Fotografías del autor
3ª Gentileza fotos Pixabay
Del libro: Cáfé Bulevard
1º y 2ª Fotografías del autor
3ª Gentileza fotos Pixabay
Bonito romance sobre esa Granada inmortal.
ResponderEliminarUn abrazo Juan.
Bravo Juan, es un maravilloso poema, parece escrito por Lorca y es que muchas veces digo que no son todos los que están, ni están todos los que son... El poema tiene ritmo y música, al mismo tiempo, y está lleno del romanticismo de la noche sobre la bella ciudad de Granada...
ResponderEliminarY es que Granada impacta en cualquier momento, yo he visto anochecer desde al Alhambra y fue un estallido de luz que se ha quedado por siempre en mi alma. Y luego llegó la noche y la vi desde las estribaciones de Sierra Nevada y con la nieve de fondo, las estrellas fueron diamantes de luz.
Un gran abrazo poeta y muchas gracias por hacer que podamos leer poesía de la buena.
Ángeles
Juan, tu poema nos cuenta el sueño de Granada, la noche con su jazmín, su albahaca, sus guitarras, sus muchachas y ese embrujo que nos llega a todos en tu poema...Ahí está despertando de su sueño,la eterna e inolvidable Granada.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo, compañero poeta.
ResponderEliminarMientras desde la Torre de la Vela vela, la campana nos incita y nos reclama que, sus murallas son el sinfín de unas vidas, que poblaron sus almenas y nos dieron la vida aun sin tiempo para explorarla.
Un saludo